lunes, 13 de enero de 2025

42. UN ELECTRODOMÉSTICO



Cuando yo era pequeña, segunda mitad de los años 40, no había electrodomésticos, pero sí máquinas y personas sustitutivas. Por ejemplo, a la nevera se la llamaba fresquera, y enfriaba las cosas gracias a unos grandes bloques de hielo que unos hombres en tartana traían a mi casa.

La ausencia de la lavadora fue muy importante para mí. Cuando me hacía pis en la cama, o sea casi todos los días. mi madre formaba en fila al servicio delante del lavadero, aquél pedazo de granito sobre el que había que frotar y luego aclara bajo su gran grifo abierto, por supuesto siempre con agua fría. Yo cogía aquella gran sábana blanca mojada, pasaba con ella delante de todos e intentaba, primero, que el jabón de tajo me cupiera en la mano, segundo, restregar bien, y tercero oír la voz llena de pena que se dirigía a mi madre: "Señora, por favor, que ya está. Luisita lo ha hecho bien, terminamos nosotras..."

Imaginad lo que fué para mí la primera lavadora, enorme y redondeada, muy diferente a las actuales. Bueno, y el dejar de hacerme pis, por fín.