Por fin te
sientas ante el teclado y escribes:
“Bueno, pues
hola, 2019…” y no sabes continuar.
Voy a recordarte que te defiendes de la cronología del tiempo, porque dices que
no existe, con la numerología.
En numerología, 2019=12=3. Pero si le añades tu número personal, 1, es 4.
Y el 4 significa trabajo, trabajo y más trabajo.
Organización,
vigilancia del dinero, orden. Justo todo lo que crees que no eres. Que te
cuesta esfuerzo, que no sale de ti espontáneamente. ¿Qué haremos?
Por otro lado, no te vendría nada mal ponerte en marcha de una vez, después de
este largo periodo de nada. De creer que te estás auto investigando, pero sin
ningún resultado tangible a la vista. De vagancia, de nonchalance. Y de llorar
y pensar constantemente en la muerte. ¿De verdad crees que esto te sirve de
algo? Al menos mientras sigues aquí.
¿No alardeas de que escribir te da la vida? ¿Cuánto hace que no escribes un
relato, el principio de una novela, algo? ¿De verdad no te habrás creado un
personaje, que te está resultando inalcanzable?
No, no soy dura. Recuerda que varias veces a lo largo de tu vida he tenido que
reñirte, que enfadarme contigo. Y no puedes negar que siempre ha dado buenos
resultados.
Tu vida se va pareciendo cada vez más a una montaña rusa. Y esto es lo que
siempre has declarado que no querías. Recuerda el horizonte, tu paisaje
favorito. ¿Por qué das la espalda al horizonte y te metes en la montaña rusa
con esa fruición?
Veo que sonríes por dentro al oírme, pensando en los vulgares propósitos de año
nuevo. Sabes que no es eso. Y no te pongas prepotente, también sabes que esos
propósitos insuflan cierto alivio e ilusión a mucha gente. Tú no eres mejor que
nadie, aunque estés en lo más alto de la montaña rusa. Mucho menos ahí.
Eso es lo que necesitas ahora y siempre: alivio e ilusión. Y dura lucha para
convertirlos en permanentes, para conseguir que la montaña rusa vaya alargando
sus curvas y se transforme en horizonte. En tu horizonte. Por mucho horror que
hayas sufrido, que preveas a tu alrededor.
Reacciona, trabaja, vigila, cuida: año 4.
Te queda suficiente tiempo (que no existe 😉) hasta
el 2040.
