Suena por fin el timbre de salida y me
abalanzo a la puerta, que no se me escape Mariano, que sale de clase de
gimnasia. Descamisado, sudoroso y oliendo fatal. Hoy es el día,
tío, le digo. Hoy lo pillamos en el callejón y le abrimos la mochila,
que este friki lleva algo raro y la panda tiene que averiguarlo. Mariano
pone cara de resignación: tengo que llegar a casa pronto porque… Capta
mi mirada furiosa: Bueeeno, vaaaale.
El friki sale y empieza a deslizarse por
la calle. Pero nosotros ya estamos parapetados tras la marquesina del autobús,
y lo seguimos con nuestro estilo hombre-araña. No nos ve, siempre mira para
abajo. En el callejón lo alcanzo: hola, friki. Mariano se porta
como un tío, se le abalanza por la espalda con sus noventa kilos y le quita la
mochila en un pispas. Él grita: No, nooo, la mochila no. Pero ya es
nuestra, el friki es un enclenque. Me hago sangre con la cremallera, pero la
abro.
Ostras. Un resplandor enorme ilumina el
callejón y nos deja alelados y medio ciegos. El friki mete la mano, coge lo que
reluce y, de veras lo digo tíos, se deshace entre la luz blanca y desaparece.
Desaparece el friki, desaparece la mochila, desaparece la luz.
Mariano, con un hilo de voz, me estira de
la manga: Oye, a que era un bocadillo luminoso, un bocata
resplandeciente, como con motor y todo… como una micronave-bocadillo. Me
suelto y trato de ponerme de pie: Si, claro, un bocadillo luminoso.
Tienes cada cosa, Mariano.
Nervioso, empieza a gritar: Pues
sí, lo era y lo era. La culpa es tuya por meterte siempre en todo. Te dije que
al friki lo dejáramos tranquilo. Vale que tiene las manos verdes y no se quita
nunca la mochila, pero no se metía con nadie. Como ahora se cabree y nos
invadan los marcianos.
Agarra su cartera y da dos pasos hacia la
esquina: Me voy, que mi madre ya estará mosca. Se vuelve hacia
mí, casi con lágrimas: Y oye, aunque mañana vuelva el friki, yo no
quiero saber nada. Si se entera mi madre que ando con gente que lleva
bocadillos luminosos con motor…
Y me deja ahí, medio ciego y tirado en el
callejón.